Samsung ha anunciado la disponibilidad en Europa del Galaxy S25 Edge, su nuevo dispositivo de gama alta con un perfil de tan solo 5,8 milímetros de grosor y un peso de 163 gramos. La compañía surcoreana refuerza así su serie Galaxy S con un modelo que destaca por su diseño compacto, materiales de construcción reforzados y un sistema de inteligencia artificial distribuida que se integra de forma nativa en el sistema operativo y las aplicaciones.
Disponible desde el 30 de mayo de 2025, el Galaxy S25 Edge está concebido como una alternativa más manejable dentro de la familia Galaxy S25, manteniendo muchas de las especificaciones del modelo Ultra, pero en un cuerpo más fino y ligero.
Diseño de precisión en materiales y ensamblaje
El Galaxy S25 Edge representa un rediseño estructural que combina ingeniería mecánica de precisión con materiales de alto rendimiento. La carcasa está construida sobre un marco de titanio, similar al empleado en el Galaxy S25 Ultra, lo que permite reforzar la integridad estructural sin incrementar el peso total del dispositivo. Este marco se complementa con Corning® Gorilla® Glass Ceramic 2 en ambas caras, un material desarrollado para resistir impactos y arañazos mediante un proceso de cristalización cerámica que refuerza la superficie sin comprometer la transparencia óptica.
La integración de componentes internos ha sido optimizada con un sistema de montaje que permite tolerancias de hasta 0,1 mm, una cifra inusual en dispositivos de consumo. Esta técnica ha sido clave para reducir el grosor del terminal manteniendo capacidades avanzadas de hardware, como la refrigeración por cámara de vapor y un sistema de doble cámara de alta resolución.
Pantalla adaptable y alto rendimiento visual
El Galaxy S25 Edge incorpora una pantalla Dynamic AMOLED 2X de última generación, equipada con la función Adaptive Vision Booster. Esta tecnología ajusta de manera dinámica la visibilidad del contenido según la luminosidad ambiental, gestionando el contraste, la saturación y el nivel de brillo máximo en tiempo real.
La pantalla también soporta una tasa de refresco variable, lo que permite una transición fluida en tareas de multitarea o reproducción de vídeo. Esta característica mejora tanto la eficiencia energética como la experiencia de usuario, especialmente en actividades de alto consumo como el juego o la edición de contenidos audiovisuales.
Galaxy AI: integración contextual de la inteligencia artificial
Una de las principales novedades del Galaxy S25 Edge es la implementación extendida de Galaxy AI, la solución de inteligencia artificial propia de Samsung que opera tanto en local como en la nube. A través de esta plataforma, el dispositivo ofrece funciones contextuales y personalizables como Now Brief, que genera resúmenes automatizados de mensajes o eventos, y Now Bar, una interfaz inteligente que agrupa notificaciones, recordatorios y sugerencias basadas en patrones de uso.
Galaxy AI ha sido diseñado para interactuar con el entorno del usuario, y su integración con aplicaciones de terceros permite ampliar sus capacidades más allá del ecosistema Samsung. Las funciones de IA se aplican también a la fotografía, la gestión de batería, la priorización de tareas y la traducción de idiomas en tiempo real, sin necesidad de conexión permanente.
Arquitectura térmica adaptada al formato ultradelgado
El diseño compacto del Galaxy S25 Edge ha requerido el desarrollo de un sistema de refrigeración específico. Samsung ha incorporado una cámara de vapor un 10% más grande que la del Galaxy S25+ y ha rediseñado la estructura del marco con una arquitectura perforada. Este cambio permite una transferencia térmica más directa entre el procesador de aplicaciones y la cámara de vapor, reduciendo así los picos de temperatura durante sesiones prolongadas de uso intensivo.
Adicionalmente, se ha empleado un nuevo material de interfaz térmica que actúa como una esponja térmica, absorbiendo el calor generado por el procesador y dispersándolo hacia las zonas menos sensibles del chasis. Este enfoque ha permitido mantener el rendimiento constante en escenarios exigentes como el renderizado 3D, la edición de vídeo en alta resolución o el uso simultáneo de múltiples aplicaciones con funciones de IA activadas.
Fotografía avanzada en un formato compacto
El Galaxy S25 Edge hereda parte del sistema fotográfico del modelo Ultra, con un sensor principal de 200 megapíxeles y óptica gran angular. Este módulo está acompañado por una lente ultra gran angular, y todo el conjunto se apoya en el motor de procesamiento ProVisual Engine. La cámara incluye tecnologías como el enfoque automático por detección de fase, estabilización óptica avanzada (OIS) y un sistema de reducción de ruido por inteligencia artificial, orientado a mejorar la nitidez y fidelidad en entornos de baja luminosidad.
El sistema Nightography, optimizado para este modelo, mejora en más de un 40% la captura de luz respecto a generaciones anteriores, según datos de la compañía. Este rendimiento ha sido posible gracias a una reorganización de los componentes de la cámara, que ahora ocupan menos espacio gracias a la reducción del módulo de enfoque y el reacomodo del estabilizador óptico en una carcasa de doble nivel.
Configuraciones, precios y disponibilidad
Samsung ha puesto a disposición del mercado europeo dos versiones del Galaxy S25 Edge:
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12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno por un precio de 1.259 euros.
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12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno por 1.379 euros.
Ambas variantes comparten la misma arquitectura de hardware, procesador y sistema fotográfico. No está prevista, por el momento, una versión con tarjeta microSD ni modelos con menor capacidad.
El dispositivo se comercializa en los canales oficiales de Samsung y en distribuidores autorizados, con opciones en Titanio Plata, Titanio Azul y Titanio Negro intenso.
Perspectiva estratégica y desarrollo técnico
Con el Galaxy S25 Edge, Samsung introduce un nuevo enfoque en su estrategia de diseño, dirigido a usuarios que demandan dispositivos de gama alta en formatos más manejables. El proceso de desarrollo ha incluido la evaluación de múltiples prototipos y la incorporación de tecnologías de ensamblaje poco habituales en la industria de los smartphones.
Este modelo podría marcar una línea evolutiva dentro del segmento premium si la ingeniería estructural y térmica se muestra viable a gran escala. Su combinación de tamaño reducido, alta densidad de integración y funcionalidad avanzada representa un avance significativo en la miniaturización sin pérdida de rendimiento, un desafío persistente en el diseño móvil.
